11 cosas que debe saber un aprendiz de masón
Pertenecer a la asociación fraternal más grande del mundo suena muy atractivo ¿verdad? Es como formar parte de un selecto grupo de individuos o estar inmerso en un mundo misterioso lejos de las miradas de los curiosos. Sin embargo, la masonería es mucho más que eso y ahora que ya perteneces a la orden quizás te venga bien conocer algunos aspectos básicos en tu camino como aprendiz masón.
Además, si
eres vigilante sería oportuno preguntarse si los aprendices de tu logia conocen
o hacen lo que se va a describir a continuación. Esto te dará una idea para
saber si están listos para un examen de aprendiz a compañero masón.
Hace ya
algún tiempo, un hermano nos comentaba acerca de un libro llamado «diez
lecciones al aprendiz masón». Ese libro justo sentó las bases para la creación
de esta publicación. Y si bien no se trata precisamente de diez lecciones al
aprendiz masón, sí haremos un recorrido por temas de interés no sólo para el
aprendiz, sino para el masón en general.
El
aprendiz de masón debe saber: Escuchar.
¿Cuántas
veces nos hemos encontrado con aprendices que justo al pisar la Logia por
segunda vez pretenden modificar, criticar o revolucionar lo que ahí se
encuentra? ¡Muchas!
Y no está
mal, quizás sea uno de los aspectos más bellos de comenzar en la orden
masónica; y justo uno de los primeros trabajos de aprendiz masón. Llegar con
bríos renovados y con ganas de aportar es una de las formas más necesarias para
que nuestra institución perdure por muchos años más.
Sin embargo,
el aprendiz debe saber escuchar a los demás antes de poder emitir una opinión;
esa tal vez sea una de las lecciones más importantes. Al final del día no todo
es ponerse a estudiar temas del aprendiz masón como si no hubiera mañana.
Los
orientales llaman a esto «acallar la mente». Para ellos es la única manera en
la que se puede adquirir la sabiduría (que no el conocimiento). Y es necesario
para progresar en la institución masónica.
La realidad
es que los hermanos con un poco más de experiencia dentro de la logia tienen
mucho que aportar al recién iniciado. Y él, como un obrero nuevo debe aprender
a escuchar a sus semejantes a fin de alcanzar el conocimiento junto con ellos.
No se trata de ser sumiso, pero sí de respetar la opinión del resto.
El aprendiz de masón debe saber:
Opinar.
Opinar es
una de las formas más fáciles de equivocarse (y de aprender). Siempre he
pensado que emitir una opinión es el resultado de un proceso psicológico en el
que el individuo escucha (en el mejor de los casos) y a posteriori da una
interpretación de lo que acaba de escuchar. Sin embargo, las opiniones no
siempre resultan ser las más afortunadas.
Como
aprendices es fácil caer en esas situaciones en las que poco conocemos y en las
que nuestras opiniones podrían no aportar mucho. Por, ello es necesario
aprender a escuchar primero para poder opinar del tema en específico, sólo así
nos quitaremos las dudas y fortaleceremos nuestro criterio como personas pensantes
que somos.
No se trata
de parlotear por todo, sino de levantar la voz cuando se trata de un tema de
nuestra incumbencia o en el que creemos saber la solución. Opinen, guardar
silencio no se trata de permanecer callado, sino de aprender a meditar la
respuesta. Esos son los principales trabajos de aprendiz masón.
El aprendiz masón debe saber
investigar.
En
incontables situaciones me he topado con aprendices que me piden material para
investigar y el clásico «hermano, recomiéndame un libro masónico para
investigar».
Veo con tristeza
que los aprendices ya no investigan en rituales. Se dedican a buscar las
interpretaciones de autores como si ellos tuvieran algún secreto mágico que no
estuviera contenido en los rituales centenarios de la orden.
La masonería
en sus inicios ingleses tardó algunos años en ser escrita siquiera. La
información «los famosos secretos» eran compartidos de oído a oído de los
iniciados y el resto del conocimiento adquirido con el paso del tiempo por los
mismos métodos.
Hoy en día
los aprendices sólo buscan información para sus trabajos en libros donde se
explica cómo la palabra sagrada se puede hacer con un mandil masónico. Mientras
que el valioso contenido filosófico y moral de los rituales del mundo quedan
relegados a segundo plano como si fuera algo «que ya saben».
El libro del
aprendiz de masón lo puedes conseguir en este enlace: http://librosvademecum.com/esp/item/2/vademecum-del-aprendiz-de-mason
es la fuente masónica por excelencia para comenzar la instrucción de un
aprendiz.
El
marco jurídico para el aprendiz de masón.
El aprendiz
no sólo tiene como misión aprender el contenido que los rituales tienen para
ofrecer o memorizar los catecismos y otras formas de aprendizaje.
Debemos
recordar que el aprendiz es un maestro masón en potencia, en formación y como
tal, el periodo de aprendizaje sirve para que el iniciado APRENDA todo lo que
le concierne para que cuando llegue el momento de enseñar, sepa de qué hablar.
Un punto muy
importante es el marco jurídico. Los reglamentos internos de la logia, la
constitución de la gran logia, los estatutos de la fraternidad masónica, los
reglamentos del ajefismo (en algunas jurisdicciones). Y en general cualquier
fuente jurídica que gobierne sobre la jurisdicción en la que se encuentra.
La finalidad
de esto es que el aprendiz sepa desde ya lo que puede, lo que no puede y lo que
debe hacer dentro de la institución. Para que el día de mañana sea un maestro
con pleno conocimiento jurídico y que no acuda a las «grandes asambleas o
tenidas» a votar barbaridades.
Los modos de reconocimiento
(locales e internacionales) para el iniciado masón.
El aprendiz
masón es un iniciado, como tal tiene acceso a ciertos secretos y uno de ellos
es el modo de reconocimiento entre los masones. Es cierto que hoy en día todo
se puede encontrar en internet con un simple click y sin la necesidad de estar
iniciado en la masonería.
El iniciado
tiene la responsabilidad no solo de guardar silencio respecto de estos modos de
reconocimiento; sino de dominarlo en todos sus aspectos y no solamente el que
se enseñó en el día de la iniciación o en instrucciones posteriores, sino todos
los métodos de reconocimiento internacionales.
Algunos
dirán: «para qué si no voy a salir del país» y yo les diré que no sean
mediocres. La masonería tiene mucho que ofrecer a sus iniciados y nuestra labor
es conocerla en todas sus manifestaciones.
Un
iniciado masón debe saber hablar de la orden.
Muchas veces
he escuchado (con tristeza) que algunos hermanos venden a la orden masónica
como si se tratara de una gran gestora de cambios sociales.
Lo he dicho
muchas veces, la masonería no es responsable de los cambios del mundo. Si acaso
algunos hermanos proactivos han influido en su contexto de alguna manera, pero
no porque la institución instigue esos cambios, no confundamos. Tampoco estamos
tramando algún plan de dominación mundial.
En algunos
sitios los máximos planes son los aniversarios y las elecciones de la logia. Lo
cierto es que el aprendiz masón debe saber cómo hablar de la orden a la que
pertenece, lo que es y lo que no es.
Lo anterior
con el objetivo de que solamente las personas que efectivamente deban ingresar
a nuestras filas con un interés legítimo e informado, lo hagan.
El aprendiz masón debe conocer
sobre jurisdicciones y asociaciones para-masónicas.
Hay muchos temas del aprendiz masón,
pero nada como una cultura masónica integral. Como aprendiz (y como masón en
general) es necesario conocer la organización a la que pertenecemos. Eso
involucra no solo los rituales, la historia, los modos de reconocimiento y el
marco jurídico. Sino también la organización como tal.
La masonería como cualquier
organización humana tiene una estructura y como aprendices es un deber saber
«en dónde estamos parados». Eso involucra los temas de regularidad e
irregularidad.
Aquí hago un paréntesis para los hermanos maestros (no todo
son trabajos de aprendiz masón). Es nuestro deber comunicarle al iniciado que
está ingresando a un cuerpo regular o irregular (desde el punto de vista que
sea).
Con tristeza he presenciado hermanos que dejan pasar este
detalle y en más de una ocasión he visto como se les niega la entrada a
aprendices que viven creyendo en la regularidad de su logia o gran logia y que
al intentar visitar otro estado o ciudad se topan con pared.
Regularidad masónica
Debemos ser coherentes y no por mantener una membresía
evitar dar a conocer la realidad de las cosas.
Volviendo al tema, la masonería tiene algunas subdivisiones que es
necesario conocer. La unidad masónica (por así llamarla) es la Gran Logia.
Usualmente cada Gran Logia está presente en un territorio
definido por la división territorial del país en cuestión y sólo una Gran Logia
tiene legitimidad en un estado al mismo tiempo.
En otras palabras, una Gran Logia en Chihuahua sólo tiene
presencia en Chihuahua; si quisiera fundar logias simbólicas en Coahuila y en
ese estado ya hubiera otra Gran Logia con jurisdicción regular para operar ahí.
La segunda división es la Logia Simbólica, es la partícula
primordial de la organización masónica y a la que los interesados pueden
ingresar. Las Logias Simbólicas no funcionan de manera soberana, responden a
una Gran Logia, si alguna Logia Simbólica pretende trabajar de manera
independiente caería en irregularidad.
También existen confederaciones de Grandes Logias (regulares
e irregulares) en las que se llegan a acuerdos o se celebran congresos anuales.
Lo cierto es que estas confederaciones no están por encima de ninguna Gran
Logia. Cada una tiene la soberanía necesaria para la toma de decisiones en
cualquier momento.
También hay que señalar que ningún Rito (REAA, YORK,
FRANCÉS, MEMPHIS, ETC) tiene preeminencia por encima de las Grandes Logias. Más
bien coadyuvan en el desarrollo de la masonería simbólica como su partícula
creadora, no hay cuerpos filosóficos sin masonería simbólica, pero sí hay
masonería simbólica sin cuerpos filosóficos.
El aprendiz masón debe saber
ejecutar el ritual.
Uno de los
temas del aprendiz masón más importantes es la ejecución del ritual. El
aprendiz de masón no debe ir a logia a mirar nada más, debe empaparse del
conocimiento del ritual en todas sus manifestaciones y poderlo ejecutar de
manera acertada en cualquier puesto.
No olvidemos
que el aprendiz es un maestro en formación y que como tal debe dominar cada
aspecto del ceremonial. Desde los trabajos regulares hasta iniciaciones y
ceremonias especiales. La ejecución del ritual pertenece a ese grupo de temas
de lo que no debe ignorar el aprendiz masón. El grado de aprendiz masón debe
servir de plataforma para crear a un maestro masón en potencia.
Un aprendiz
no debe ser menos productivo que el resto de sus hermanos, por el contrario,
debe ser uno de los colaboradores más asiduos. Dentro de la masonería es
posible encontrar materiales de instrucción que ayudan al masón en formación a
prepararse mejor en la ejecución del ritual.
Este es el
caso del monitor de Malcolm C. Duncan. Un material de apoyo casi fundamental
para la masonería del Antiguo Gremio.
El aprendiz masón debe saber
escribir trabajos masónicos de aprendiz
De nada
sirve un aprendiz que sabe mucho pero que no lo comparte, la elaboración de
trabajos masónicos de aprendiz para presentar tanto en Logia como en las
sesiones de instrucción debe ser el pan de cada día. No hay mejor forma de
aprender algo (no sólo la masonería) que leyendo y escribiendo.
No buscamos
eruditos que dominen los textos de grandes filósofos, buscamos gente pensante,
seres que nos llenen de conocimiento en cada oportunidad del uso de la voz.
A pesar de
que es importante leer, escribir y opinar, también es verdad que la lectura de
trabajos muy extensos, plagiados de internet o con un galimatías insufrible
denosta los trabajos masónicos de aprendiz, se vuelven sesiones pesadas y que
en nada enriquecen al resto.
Uno de los
aspectos más importantes de la orden masónica es su carácter de Fraternidad y
el trabajo en equipo es parte de ello. La colaboración constante entre los
miembros de la orden es un aspecto que nos diferencia de otras asociaciones (no
de todas). Así el aprendiz debe saber colaborar con el resto del gremio para
juntos crecer como taller, esa es una de las misiones más importantes del grado
de aprendiz masón.
Desde el
acomodo del templo, la limpieza, el orden y el apoyo en proyectos pequeños
hasta la elaboración de proyectos ambiciosos y la creación de una asociación
civil son algunas de las recomendaciones para que el aprendiz (y cualquier
hermano) comience a impactar favorablemente en su entorno.
Este tipo de
actividades incrementan la membresía, generan recursos, apoyan al crecimiento
de los miembros del taller y hacen de la masonería un espacio mejor para estar.
El aprendiz
masón debe saber Enseñar
Finalmente,
el aprendiz masón en algún momento dejará de serlo y tendrá en sus manos la
facultad y la obligación de enseñar. Lo que no debe ignorar el aprendiz masón
también tiene que ver con el aspecto de la enseñanza.
Por lo tanto,
es un buen ejercicio que, desde ya, el aprendiz comience a elaborar material de
instrucción (que a él le sirvió) guardar sus mejores trabajos, compartir el
conocimiento con los miembros más nuevos en su grado y por qué no, con el resto
de los hermanos.
Todos
tenemos algo que aprender del hermano más viejo, pero también del más joven
(cronológicamente y masónicamente). El objetivo es compartir el conocimiento
que a través de los meses o años hemos acumulado para que la masonería continúe
a través de los siglos, la organización a la que pertenecemos no necesita
medallitas y arreos elaborados, necesita gente que piense, sepa y actúe.
Sin duda
faltan muchos aspectos que mencionar para el grado de aprendiz masón, pero
sería una publicación excesivamente extensa. Sin embargo, creo que cumple con
dejar sembrada la duda en los lectores, que finalmente es uno de los objetivos,
incentivar la investigación.