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13 de mayo de 2023

11 cosas que debe saber un aprendiz de masón

 11 cosas que debe saber un aprendiz de masón

Pertenecer a la asociación fraternal más grande del mundo suena muy atractivo ¿verdad? Es como formar parte de un selecto grupo de individuos o estar inmerso en un mundo misterioso lejos de las miradas de los curiosos. Sin embargo, la masonería es mucho más que eso y ahora que ya perteneces a la orden quizás te venga bien conocer algunos aspectos básicos en tu camino como aprendiz masón.

Además, si eres vigilante sería oportuno preguntarse si los aprendices de tu logia conocen o hacen lo que se va a describir a continuación. Esto te dará una idea para saber si están listos para un examen de aprendiz a compañero masón.

Hace ya algún tiempo, un hermano nos comentaba acerca de un libro llamado «diez lecciones al aprendiz masón». Ese libro justo sentó las bases para la creación de esta publicación. Y si bien no se trata precisamente de diez lecciones al aprendiz masón, sí haremos un recorrido por temas de interés no sólo para el aprendiz, sino para el masón en general.

El aprendiz de masón debe saber: Escuchar.

¿Cuántas veces nos hemos encontrado con aprendices que justo al pisar la Logia por segunda vez pretenden modificar, criticar o revolucionar lo que ahí se encuentra? ¡Muchas!

Y no está mal, quizás sea uno de los aspectos más bellos de comenzar en la orden masónica; y justo uno de los primeros trabajos de aprendiz masón. Llegar con bríos renovados y con ganas de aportar es una de las formas más necesarias para que nuestra institución perdure por muchos años más.

Sin embargo, el aprendiz debe saber escuchar a los demás antes de poder emitir una opinión; esa tal vez sea una de las lecciones más importantes. Al final del día no todo es ponerse a estudiar temas del aprendiz masón como si no hubiera mañana.

Los orientales llaman a esto «acallar la mente». Para ellos es la única manera en la que se puede adquirir la sabiduría (que no el conocimiento). Y es necesario para progresar en la institución masónica.

La realidad es que los hermanos con un poco más de experiencia dentro de la logia tienen mucho que aportar al recién iniciado. Y él, como un obrero nuevo debe aprender a escuchar a sus semejantes a fin de alcanzar el conocimiento junto con ellos. No se trata de ser sumiso, pero sí de respetar la opinión del resto.

 

El aprendiz de masón debe saber: Opinar.

Opinar es una de las formas más fáciles de equivocarse (y de aprender). Siempre he pensado que emitir una opinión es el resultado de un proceso psicológico en el que el individuo escucha (en el mejor de los casos) y a posteriori da una interpretación de lo que acaba de escuchar. Sin embargo, las opiniones no siempre resultan ser las más afortunadas.

Como aprendices es fácil caer en esas situaciones en las que poco conocemos y en las que nuestras opiniones podrían no aportar mucho. Por, ello es necesario aprender a escuchar primero para poder opinar del tema en específico, sólo así nos quitaremos las dudas y fortaleceremos nuestro criterio como personas pensantes que somos.

No se trata de parlotear por todo, sino de levantar la voz cuando se trata de un tema de nuestra incumbencia o en el que creemos saber la solución. Opinen, guardar silencio no se trata de permanecer callado, sino de aprender a meditar la respuesta. Esos son los principales trabajos de aprendiz masón.

 

El aprendiz masón debe saber investigar.

En incontables situaciones me he topado con aprendices que me piden material para investigar y el clásico «hermano, recomiéndame un libro masónico para investigar».

Veo con tristeza que los aprendices ya no investigan en rituales. Se dedican a buscar las interpretaciones de autores como si ellos tuvieran algún secreto mágico que no estuviera contenido en los rituales centenarios de la orden.

La masonería en sus inicios ingleses tardó algunos años en ser escrita siquiera. La información «los famosos secretos» eran compartidos de oído a oído de los iniciados y el resto del conocimiento adquirido con el paso del tiempo por los mismos métodos.

Hoy en día los aprendices sólo buscan información para sus trabajos en libros donde se explica cómo la palabra sagrada se puede hacer con un mandil masónico. Mientras que el valioso contenido filosófico y moral de los rituales del mundo quedan relegados a segundo plano como si fuera algo «que ya saben».

El libro del aprendiz de masón lo puedes conseguir en este enlace: http://librosvademecum.com/esp/item/2/vademecum-del-aprendiz-de-mason es la fuente masónica por excelencia para comenzar la instrucción de un aprendiz.

 

El marco jurídico para el aprendiz de masón.

El aprendiz no sólo tiene como misión aprender el contenido que los rituales tienen para ofrecer o memorizar los catecismos y otras formas de aprendizaje.

Debemos recordar que el aprendiz es un maestro masón en potencia, en formación y como tal, el periodo de aprendizaje sirve para que el iniciado APRENDA todo lo que le concierne para que cuando llegue el momento de enseñar, sepa de qué hablar.

Un punto muy importante es el marco jurídico. Los reglamentos internos de la logia, la constitución de la gran logia, los estatutos de la fraternidad masónica, los reglamentos del ajefismo (en algunas jurisdicciones). Y en general cualquier fuente jurídica que gobierne sobre la jurisdicción en la que se encuentra.

La finalidad de esto es que el aprendiz sepa desde ya lo que puede, lo que no puede y lo que debe hacer dentro de la institución. Para que el día de mañana sea un maestro con pleno conocimiento jurídico y que no acuda a las «grandes asambleas o tenidas» a votar barbaridades.

Los modos de reconocimiento (locales e internacionales) para el iniciado masón.

El aprendiz masón es un iniciado, como tal tiene acceso a ciertos secretos y uno de ellos es el modo de reconocimiento entre los masones. Es cierto que hoy en día todo se puede encontrar en internet con un simple click y sin la necesidad de estar iniciado en la masonería.

El iniciado tiene la responsabilidad no solo de guardar silencio respecto de estos modos de reconocimiento; sino de dominarlo en todos sus aspectos y no solamente el que se enseñó en el día de la iniciación o en instrucciones posteriores, sino todos los métodos de reconocimiento internacionales.

Algunos dirán: «para qué si no voy a salir del país» y yo les diré que no sean mediocres. La masonería tiene mucho que ofrecer a sus iniciados y nuestra labor es conocerla en todas sus manifestaciones.

 

Un iniciado masón debe saber hablar de la orden.

Muchas veces he escuchado (con tristeza) que algunos hermanos venden a la orden masónica como si se tratara de una gran gestora de cambios sociales.

Lo he dicho muchas veces, la masonería no es responsable de los cambios del mundo. Si acaso algunos hermanos proactivos han influido en su contexto de alguna manera, pero no porque la institución instigue esos cambios, no confundamos. Tampoco estamos tramando algún plan de dominación mundial.

En algunos sitios los máximos planes son los aniversarios y las elecciones de la logia. Lo cierto es que el aprendiz masón debe saber cómo hablar de la orden a la que pertenece, lo que es y lo que no es.

Lo anterior con el objetivo de que solamente las personas que efectivamente deban ingresar a nuestras filas con un interés legítimo e informado, lo hagan.

El aprendiz masón debe conocer sobre jurisdicciones y asociaciones para-masónicas.

Hay muchos temas del aprendiz masón, pero nada como una cultura masónica integral. Como aprendiz (y como masón en general) es necesario conocer la organización a la que pertenecemos. Eso involucra no solo los rituales, la historia, los modos de reconocimiento y el marco jurídico. Sino también la organización como tal.

La masonería como cualquier organización humana tiene una estructura y como aprendices es un deber saber «en dónde estamos parados». Eso involucra los temas de regularidad e irregularidad.

Aquí hago un paréntesis para los hermanos maestros (no todo son trabajos de aprendiz masón). Es nuestro deber comunicarle al iniciado que está ingresando a un cuerpo regular o irregular (desde el punto de vista que sea).

 

Con tristeza he presenciado hermanos que dejan pasar este detalle y en más de una ocasión he visto como se les niega la entrada a aprendices que viven creyendo en la regularidad de su logia o gran logia y que al intentar visitar otro estado o ciudad se topan con pared.

 

Regularidad masónica

Debemos ser coherentes y no por mantener una membresía evitar dar a conocer la realidad de las cosas.   Volviendo al tema, la masonería tiene algunas subdivisiones que es necesario conocer. La unidad masónica (por así llamarla) es la Gran Logia.

 

Usualmente cada Gran Logia está presente en un territorio definido por la división territorial del país en cuestión y sólo una Gran Logia tiene legitimidad en un estado al mismo tiempo.

 

En otras palabras, una Gran Logia en Chihuahua sólo tiene presencia en Chihuahua; si quisiera fundar logias simbólicas en Coahuila y en ese estado ya hubiera otra Gran Logia con jurisdicción regular para operar ahí.

 

La segunda división es la Logia Simbólica, es la partícula primordial de la organización masónica y a la que los interesados pueden ingresar. Las Logias Simbólicas no funcionan de manera soberana, responden a una Gran Logia, si alguna Logia Simbólica pretende trabajar de manera independiente caería en irregularidad. 

 

También existen confederaciones de Grandes Logias (regulares e irregulares) en las que se llegan a acuerdos o se celebran congresos anuales. Lo cierto es que estas confederaciones no están por encima de ninguna Gran Logia. Cada una tiene la soberanía necesaria para la toma de decisiones en cualquier momento.

 

También hay que señalar que ningún Rito (REAA, YORK, FRANCÉS, MEMPHIS, ETC) tiene preeminencia por encima de las Grandes Logias. Más bien coadyuvan en el desarrollo de la masonería simbólica como su partícula creadora, no hay cuerpos filosóficos sin masonería simbólica, pero sí hay masonería simbólica sin cuerpos filosóficos. 

 

El aprendiz masón debe saber ejecutar el ritual.

Uno de los temas del aprendiz masón más importantes es la ejecución del ritual. El aprendiz de masón no debe ir a logia a mirar nada más, debe empaparse del conocimiento del ritual en todas sus manifestaciones y poderlo ejecutar de manera acertada en cualquier puesto.

No olvidemos que el aprendiz es un maestro en formación y que como tal debe dominar cada aspecto del ceremonial. Desde los trabajos regulares hasta iniciaciones y ceremonias especiales. La ejecución del ritual pertenece a ese grupo de temas de lo que no debe ignorar el aprendiz masón. El grado de aprendiz masón debe servir de plataforma para crear a un maestro masón en potencia.

Un aprendiz no debe ser menos productivo que el resto de sus hermanos, por el contrario, debe ser uno de los colaboradores más asiduos. Dentro de la masonería es posible encontrar materiales de instrucción que ayudan al masón en formación a prepararse mejor en la ejecución del ritual.

Este es el caso del monitor de Malcolm C. Duncan. Un material de apoyo casi fundamental para la masonería del Antiguo Gremio.

El aprendiz masón debe saber escribir trabajos masónicos de aprendiz

De nada sirve un aprendiz que sabe mucho pero que no lo comparte, la elaboración de trabajos masónicos de aprendiz para presentar tanto en Logia como en las sesiones de instrucción debe ser el pan de cada día. No hay mejor forma de aprender algo (no sólo la masonería) que leyendo y escribiendo.

No buscamos eruditos que dominen los textos de grandes filósofos, buscamos gente pensante, seres que nos llenen de conocimiento en cada oportunidad del uso de la voz.

A pesar de que es importante leer, escribir y opinar, también es verdad que la lectura de trabajos muy extensos, plagiados de internet o con un galimatías insufrible denosta los trabajos masónicos de aprendiz, se vuelven sesiones pesadas y que en nada enriquecen al resto.

Uno de los aspectos más importantes de la orden masónica es su carácter de Fraternidad y el trabajo en equipo es parte de ello. La colaboración constante entre los miembros de la orden es un aspecto que nos diferencia de otras asociaciones (no de todas). Así el aprendiz debe saber colaborar con el resto del gremio para juntos crecer como taller, esa es una de las misiones más importantes del grado de aprendiz masón.

Desde el acomodo del templo, la limpieza, el orden y el apoyo en proyectos pequeños hasta la elaboración de proyectos ambiciosos y la creación de una asociación civil son algunas de las recomendaciones para que el aprendiz (y cualquier hermano) comience a impactar favorablemente en su entorno.

Este tipo de actividades incrementan la membresía, generan recursos, apoyan al crecimiento de los miembros del taller y hacen de la masonería un espacio mejor para estar.

El aprendiz masón debe saber Enseñar

Finalmente, el aprendiz masón en algún momento dejará de serlo y tendrá en sus manos la facultad y la obligación de enseñar. Lo que no debe ignorar el aprendiz masón también tiene que ver con el aspecto de la enseñanza.

Por lo tanto, es un buen ejercicio que, desde ya, el aprendiz comience a elaborar material de instrucción (que a él le sirvió) guardar sus mejores trabajos, compartir el conocimiento con los miembros más nuevos en su grado y por qué no, con el resto de los hermanos.

Todos tenemos algo que aprender del hermano más viejo, pero también del más joven (cronológicamente y masónicamente). El objetivo es compartir el conocimiento que a través de los meses o años hemos acumulado para que la masonería continúe a través de los siglos, la organización a la que pertenecemos no necesita medallitas y arreos elaborados, necesita gente que piense, sepa y actúe.

Sin duda faltan muchos aspectos que mencionar para el grado de aprendiz masón, pero sería una publicación excesivamente extensa. Sin embargo, creo que cumple con dejar sembrada la duda en los lectores, que finalmente es uno de los objetivos, incentivar la investigación.

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