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27 de febrero de 2023

11 verdades sobre Benito Juárez y la Masonería

 

11 verdades sobre Benito Juárez y la Masonería

 

Nota al lector. El multicitado «benemérito de las américas» Benito Juárez García, presidente de México y uno de los masones más mencionados en todo el país. Hoy analizaremos a la figura de Benito Juárez; todo esto desde la óptica de la francmasonería y con el objetivo de descubrir si su trayectoria política tuvo el mismo impacto dentro de la orden masónica. La intención de esta publicación brindar un panorama real sobre la figura del llamado «benemérito de las américas» sin caer en fanatismo o especulación.

¿Benito Juárez en verdad fue Masón?

La mayoría de las fuentes históricas disponibles, indican que Benito Juárez García perteneció a la masonería -por lo menos a una rama de ella-. La masonería, como muchas veces hemos abordado en este sitio, es una institución que posee variantes en la forma de practicarse. Esto se debe a que la institución masónica ha pasado por distintos procesos transformadores a lo largo de la historia. Naturalmente, estos cambios propiciaron el nacimiento de diferentes «escuelas» a las que conocemos como «Ritos Masónicos«.

En el caso de Benito Juárez, las fuentes históricas señalan que fue iniciado en la logia masónica: «Independencia» Núm. 2 de la Ciudad de México. Esto el 15 de enero del año 1847; logia perteneciente a la naciente Gran Logia «La Luz» impulsora del «Rito Nacional Mexicano».

Hay que mencionar que el Rito Nacional Mexicano es una variante de otros Ritos franceses de denominación: «escocista». Y que, comparte algunas similitudes en estructura pero no en enseñanzas y principios con el Rito Francés y el Rito Escocés Antiguo y Aceptado; además de tener, marcadas diferencias respecto del Rito Americano, Emulación y otros. El Rito Nacional Mexicano clama tener una herencia histórica e ideológica más cercana al llamado Rito Francés Primitivo. Este sistema masónico surge en México en el año 1826 con motivo de un creciente espíritu nacionalista en el país. Más de 20 años después de su fundación, Benito Juárez García, sería iniciado como aprendiz masón.

Independientemente de la filiación masónica a la que haya pertenecido originalmente Benito Juárez; es innegable que su pertenencia a la orden masónica es real, pues diversos documentos lo comprueban. Sin embargo, es importante mencionar que no todos son concluyentes. Y que, no todos nos conducen a la verdad histórica o constancia dentro de las filas de la masonería.

Las fechas sobre Juárez y la Masonería no son demasiado precisas

A pesar de que existe la certeza de que Benito Juárez fue iniciado en enero de 1847 en la Ciudad de México; no se sabe con exactitud la trayectoria que su presencia dentro de la institución tendría a continuación. Existe un documento póstumo a Juárez, narrado por un eminente masón de la época: Andrés Clemente Vázquez. Este documento, parte de la idea de que Benito Juárez, fue elegido como vicepresidente de la propia Gran Logia que le inició.

El problema de este documento es que el supuesto ascenso de Juárez al cargo de vicepresidente fue en febrero del mismo año de su iniciación. Es decir, un mes después de que este fuera iniciado como aprendiz. Esto podría resultar confuso, puesto que hoy, sería impensable que un aprendiz masón se integrara a un cargo directivo, aún siendo este un político renombrado.

Esto nos lleva al siguiente punto. Para 1847 Juárez aún no era presidente de la república, puesto que aún era gobernador de Oaxaca; razón adicional para pensar que no sería posible que Juárez hubiera tenido un cargo directivo en ese mismo periodo.

Otros puntos polémicos de ese documento, son los siguientes acontecimientos:

Que en 1854 recibió el grado 7°, Perfecto Artífice.

En 1862, habría recibido el último y principal grado del Rito Nacional Mexicano el 9°, Gran Inspector General de la Orden.

Que fue Venerable Maestro de su logia, Gran Luminar y Gran Maestro de la Orden de 1868 a 1869.

Independientemente de si estos datos son precisos, hay que analizarlos con cuidado. Mucha de la historia narrada por las fuentes disponibles, pueden resultar tendenciosas y hasta exageradas. Existen masones en México con un alto aprecio por la figura de Juárez. Estos masones, llegan a dar por hecho los supuestos cargos y grados que hubiera ostentado el presidente Juárez.

La trayectoria masónica de Juárez no resulta clara

Como venimos mencionado, los masones mexicanos a lo largo de la historia han tendido a enaltecer la figura de Juárez; llegando al grado de considerarlo como parte de distintos cuerpos masónicos. De esto existen algunos ejemplos muy marcados.

El primer punto controversial son los «arreos masónicos» que supuestamente pertenecieron a Benito Juárez. Los arreos han sido exhibidos en distintas oportunidades en Palacio Nacional y otros sitios. Estos paramentos masónicos son por lo menos confusos para quienes pertenecemos a la masonería.

Esto se debe a que uno de los componentes de la colección es el mandil del grado 33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. No está claro en qué momento Juárez podría haber obtenido dicho grado puesto que este pertenecía a una obediencia masónica diferente al Rito Nacional Mexicano; aunque sí hay referencia de acuerdos de libre tránsito entre ambos ritos, como en el caso de Porfirio Díaz.

Adicionalmente, existen en internet, fotografías de supuestos retratos de Benito Juárez con los paramentos masónicos descritos. Estas fotografías suelen ser manipulaciones contemporáneas en las que se le colocan paramentos actuales para efecto de llamar la atención sobre su filiación masónica.

Finalmente, existen narradores e historiadores que lo vinculan con otras corrientes masónicas pero no se sabe si su pertenencia fue en vida o si se trata de reconocimientos póstumos por su ganada fama.

 

Benito Juárez tuvo y tiene opositores dentro de la masonería

La masonería en México tal y como lo hemos venido narrando en los artículos: Historia de la Masonería en México – 1ra. Parte e Historia de la Masonería en México – 2da. Parte es por lo menos convulsa. La masonería y la historia del México contemporáneo comparten caminos y hasta desenlaces. Durante la segunda mitad del siglo XIX y buena parte del siglo XX, masones de distintas corrientes han intervenido en el desarrollo de la política mexicana.

Aquí vale la pena mencionar que no es la masonería la que tiene un plan de intervencionismo, sino que han sido los masones mexicanos que, haciendo uso de la institución la han aprovechado como foro para el desarrollo de sus ideas.

Este es el caso de Benito Juárez, un político mexicano que inicia su trayectoria masónica casi a la par que su vocación política y que, gracias a las ideas liberales provenientes de Francia, terminó por impulsar políticas públicas laicas en su estado -Oaxaca- y más tarde en el país. Lo cierto, es que Benito Juárez vio un eco en sus ideas con personajes como Iglesias o Lerdo de Tejada, a quienes también se les suele vincular con la masonería.

Aún dentro de la francmasonería, Juárez no siempre fue apoyado, pues las distintas corrientes masónicas coexistentes en el país, no siempre estuvieron de acuerdo con las posturas laicas de Juárez. Aquí vale la pena recordar, que la mayor parte de la masonería tiene un componente divino y no político. Situación que deja en claro una cosa, el «legado juarista» -al menos en lo masónico- es por lo menos, cuestionable.

Juárez obtuvo grados de diferentes corrientes masónicas

Benito Juárez ha sido un estandarte utilizado por más de un siglo por masones mexicanos con filiación en diferentes ritos. Esto no es ningún secreto, puesto que todos conocemos al grupo de masones que suelen reunirse en los monumentos de Juárez cada 21 de marzo.

Esta constante y creciente tendencia al enaltecimiento de la figura de Juárez como un adalid de la masonería, ha traído consigo una serie de reconocimientos que son tan bien diseñados que alternan entre los concedidos en vida y los póstumos.

Algunos historiadores sugieren que Benito Juárez, en su papel de Gran Maestro llegó a mantener relaciones diplomáticas con distintos Grandes Maestros tanto del Rito York como del Rito Escocés. Esta situación, según los que optan por creer esta versión, desencadenó en que Juárez recibiera grados masónicos y reconocimientos en estos Ritos.

Independientemente de lo que se acepte creer o no, es innegable que la figura de Benito Juárez, ha sido utilizada como vehículo para conferir relevancia a un aspecto fundamental: «Juárez fue Masón» -aparentemente en varios ritos-.

Juárez fue un masón más honorario que practicante

Aún cuando Juárez fuera un reconocido político en su época, no se puede hablar lo mismo sobre su constancia dentro de la institución masónica. Mucho se ha especulado sobre la pertenencia de Juárez y otros políticos destacados del siglo XIX a la francmasonería. Pero poco se ha cuestionado sobre la práctica y asistencia periódica a los trabajos de las logias a las que supuestamente pertenecieron.

Aquí vale la pena recordar que se trató de tiempos convulsos. Una época marcada por el intervencionismo extranjero y una naciente tendencia al nacionalismo mexicano. En el marco de estos eventos, es difícil imaginar a un presidente de la república con tiempo suficiente para la práctica periódica dentro de todos grados componentes de todos los ritos que se le suelen «achacar» al Benemérito de las américas.

A pesar de esta notable dificultad física y hasta práctica, hay autores que consideran que -queriendo ser optimistas- Juárez pudo trabajar masonería dentro de logias móviles tales como las llamadas logias militares. Incluso hay quien llega a sugerir que estas logias servían como micro foros ideológicos para diseminar las intenciones juaristas en todo el territorio nacional.

Finalmente, sea cual sea la postura que se desee aceptar, es innegable que la viabilidad para un presidente de la república para dirigir un Rito Masónico a la par de pertenecer a por lo menos otros dos en distintas logias alternadas entre Oaxaca y la Ciudad de México en tiempos tan convulsos y sin medios de comunicación suficientes, suena bastante ilógico.

El laicismo de Juárez no es un rasgo masónico

Las diferentes corrientes masónicas del mundo, sobre todo las que provienen de la versión «andersoniana» de la masonería, comparten muchas similitudes. Los masones practicantes de estas corrientes provenientes de las constituciones de Anderson y los llamados «Landmarks» son celosos de distintos elementos que convierten a su masonería en única e inalterable.

Estos elementos son, por ejemplo:

·     La creencia en un ser supremo.
·         Los juramentos ante el Gran Arquitecto del Universo.
·         Hincarse al prestar los juramentos.
·         La existencia de un libro de la ley sagrada en el altar.
·         La creencia en la inmortalidad del alma.
·         Otros.

De esta manera, casi todas las corrientes masónicas actuales, se pueden suscribir a estos rasgos particulares y difieren con la visión adoptada por las ideas propuestas por el Rito Nacional Mexicano del que Juárez fue parte. Estas ideas, invariablemente marcaron las pautas para las políticas públicas de Juárez en el país.

Independientemente de las implicaciones políticas positivas o negativas que esto pudo tener gracias a las llamadas «leyes de reforma» es innegable que la masonería como la conocemos, poco tiene que ver son estas posturas antirreligiosas y anti espirituales.

Entonces, vale la pena preguntarnos: ¿Realmente estamos a favor de las posturas juaristas o nos falta informarnos más acerca de la filiación masónico-política de Don Benito Juárez?

No todos los masones enaltecen la figura de Benito Juárez

A partir de estos cuestionamientos, es fácil detectar que las posturas laicistas de Juárez, sumadas a la falta de apoyo de algunos sectores de la masonería en su época, siguen causando debate hoy día. Aún en nuestra época, masones de todo México cuestionan la figura masónica de Juárez y el impacto -positivo o negativo- que tuvo tanto en la masonería como en la política mexicana.

No todos los masones están de acuerdo con los postulados juaristas y con las tendencias a secularizar todo lo que existía en nuestro país. Tomemos de nuevo como ejemplo a la masonería andersoniana.

Anderson, un pastor presbiteriano de origen escocés, redactó las llamadas «constituciones de los francmasones». Este trascendente documento sienta las bases para muchas de las formas de practicar masonería en el mundo. Es más, si eres masón, probablemente practicas un tipo de masonería andersoniana (REAA, York, Emulación, etc.). Este tipo de masonería parte de las ideas citadas con anterioridad y son diametralmente opuestas a la tendencia secularizadora de Juárez.

Ante este escenario, no es de sorprenderse que existan masones que se cuestionan los actos de enaltecimiento de la figura de Benito Juárez. Así, no todos los masones lo toman como un ejemplo a seguir, puesto que sus posturas distan mucho de los llamados límites o marcas.

La teoría de Maximiliano de Habsburgo, Benito Juárez y la Masonería

Benito Juárez y Maximiliano de Habsburgo comparten un legado que ha trascendido y se ha convertido en leyenda. Todos sabemos aquella historia narrada en cenas familiares por el tío enterado en turno: «Juárez no mató a Maximiliano porque eran masones».

Esta postura no es concluyente y no hay fuentes históricas irrefutables que puedan comprobarlo. Sin embargo, hay especulaciones que podrían llegar a ser ciertas en torno de la imagen de estos dos reconocidos personajes.

Esta leyenda nos lleva a pensar que existió la posibilidad de un «salvo conducto» para el «Emperador de México» con la condición de que este nunca revelara su identidad. Se cuenta que incluso, vivió sus últimos días de vida como un anciano en Centroamérica, concretamente en El Salvador. Independientemente de si se decide creer o no, es verdad que la masonería pudo servir como un disuasor para Juárez, pues dentro de nuestras obligaciones como masones está justamente la de avisar ante los peligros inminentes a nuestros hermanos.

De cualquier manera, no podemos estar cien porciento seguros del encuentro que estos dos personajes tuvieron. De lo que sí podemos estar seguros, es que la historia los recordará como los grandes artífices del México moderno.

Juárez no ha sido el único político masón de México

Ya en el artículo: 7 Presidentes Masones ¿Los conoces a todos? hemos mencionado la presencia de distinguidos miembros de la política que además de ser presidentes, han formado parte de la masonería. Adicionalmente a los citados en nuestro artículo, podemos mencionar que para la época de Juárez y de Díaz, la masonería era una especie de «plataforma».

Esta situación, que afortunadamente se ha ideo erradicando de nuestras logias, fue el caldo de cultivo perfecto para que muchos políticos se interesaran por nuestra agrupación pero con objetivos completamente distintos a los que deberían permear hoy en día.

Vale la pena recordar que las logias masónicas eran una especie de centros para el debate de la situación política del país, puesto que garantizaban que personas con ideologías similares compartieran planes y puntos de vista sobre el rumbo que pensaban, debía tener México.

Finalmente, vale la pena señalar que la masonería contemporánea ya no contempla este tipo de elementos. Las personas que ingresan a la masonería buscando lo que leyeron en los libros de texto sobre liberales contra conservadores y «escoceses contra yorkinos» se suelen llevar una sorpresa. Los masones mexicanos contemporáneos son cada vez más conscientes del daño que esa época le sigue generando a nuestra institución.

La muerte de Juárez y su legado masónico

Es innegable que la muerte de Benito Juárez García dio fin a una época de transformaciones en México. Para muchos políticos contemporáneos, el legado juarista es un punto de partida para la construcción de su idea de país, situación respetable y debatible a partes iguales.

Desde el punto de vista de la masonería, la muerte de Benito Juárez el 18 de julio de 1872, constituye el comienzo de un legado altamente representativo. Hoy en día, masones de todo el país se siguen reuniendo en torno de los monumentos y hemiciclos dedicados a Benito Juárez, pues es innegable que se trató de una figura política de grandes alcances. Adicionalmente, conviene mencionar que la historia la escriben los ganadores, por lo que mucha información suele ser confusa.

Independientemente de las posturas que como masones podamos adoptar respecto de Benito Juárez como presidente, no podemos cuestionar el alcance que ha tenido en nuestra agrupación. Todos los masones hemos sido testigos de los actos públicos multicitados y más de uno se identifica con los ideales juaristas. Hoy en día, el Panteón de San Fernando en la Ciudad de México es testigo del descanso eterno del Benemérito de las Américas. Una figura polémica, multifacética y altamente representativa para masones de todo el país.

Consideraciones Finales

La masonería mexicana y la figura de Benito Juárez parecen destinados a compartir el centro de las mesas en las pláticas de muchos masones en el país. Casi todos los masones conocemos algún hermano que inicia su intervención sobre la orden con: «Juárez fue masón». Este tipo de posturas son por lo menos cuestionables, pero altamente aleccionadoras.

No podemos cuestionar su filiación a la orden masónica, pero sí podemos adoptar una postura crítica y cuestionadora sobre los ideales que representaba y si estos son vigentes en la masonería -que no en la política- contemporánea y practicada en las logias del país. Entonces, para ti ¿Qué tipo de Masón fue Benito Juárez García?