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27 de abril de 2023

El Secreto Masónico

 

El Secreto Masónico


Saludos a todos, en nuestra publicación de hoy, abordamos uno de los aspectos más llamativos de la orden masónica, el Secreto Masónico. Históricamente, todo lo que rodea a la orden masónica suele ser relacionado con el secreto y las razones por las que los masones optamos por no hablar mucho de nuestras reuniones. Hoy trataremos de solucionar algunas dudas al respecto.

¿Qué es el secreto masónico?

Lo primero es resolver esta duda, una muy común, además. La masonería es una organización fraternal que desde sus orígenes ha optado por situarse en una posición de reserva o de discreción respecto de sus actividades. Los primeros masones se reunieron en sitios donde podían gozar de cierta privacidad en cuanto a sus actividades. De hecho, los rituales masónicos desde el principio, consideran una especie de «depuración» de la logia. En este procedimiento, los integrantes se aseguraban que todos los asistentes eran miembros de la orden mediante la introducción de palabras secretas, movimientos y saludos masónicos.

Este tipo de procedimientos ha perdurado hasta la actualidad. Por supuesto, hoy no defendemos nuestras puertas con el mismo celo que hace 400 o 500 años; Al contrario, los masones actuales rescatamos las tradiciones sobre el cuidado y la discreción para evitar que curiosos ingresen a nuestros templos sin haber pasado por el proceso de iniciación masónica.

¿Por qué es importante el secreto en la masonería?

La masonería es una organización que siempre ha despertado la curiosidad de las personas. Y hay muy buenas razones para esto; la principal razón es porque resulta atractiva una orden en la que se esconden «secretos» y a la que sólo pueden acceder algunos cuantos. Esto es una especie de «morbo». Y aunque la mayoría de las personas llegan a la institución masónica por curiosos, lo cierto es que difícilmente alguien lo reconoce en nuestros días.

El secreto masónico es una de las claves por las que nuestra organización sobrevive, en parte porque dota de un «misticismo» que resulta atractivo a las masas y esto provoca que muchas personas se terminen enamorando de lo que desconocen.

El problema es, que el secreto y el misterio también provocan que se vean atraídos a nuestra orden personas que buscan llenar vacíos en sus vidas y que terminan convirtiendo nuestra organización en una cuna de charlatanes, que, lejos de beneficiarla, terminan por llevarla hacia caminos que nada tienen que ver con la masonería.

Un ejemplo claro de esto, son las personas que intentan mezclar a la masonería con otras escuelas de pensamiento, como el tarot, el hermetismo, el satanismo, la santería y otras. Pero claro, ya hablaremos de esto en otro artículo.

¿La masonería es secreta o discreta?

Una de las preguntas clave que se hace todo masón a lo largo de su carrera dentro de la orden, y una muy válida, a decir verdad. Hay muchos masones que optan por las frases clichés para intentar explicar un concepto, estas frases terminan por convertirse en verdades y al final en dogmas; esto puede ser impreciso a la hora de explicar este tipo de temas, por lo que nosotros no gustamos de utilizarlas.

La masonería puede ser al mismo tiempo secreta y discreta según el aspecto que analicemos. Por ejemplo, los masones solemos guardar secreto de lo que ocurre en nuestras tenidas «en el día a día» respecto de las personas del exterior; primero porque poco o nada le importa a la gente lo que un grupo de señores hacen con su tiempo libre un viernes por la noche. Y segundo, porque de manera similar a lo que ocurre en otras organizaciones humanas, sólo los que pertenecen pueden o deben conocer lo que pasa dentro.

Los secretos que no podemos revelar son diversos, pero en su mayoría se limitan a medios de reconocimiento, información sobre los integrantes de la orden, procedimientos rituales específicos y otros.

Respecto de la discreción en la masonería, los masones en América Latina optamos por no revelar incluso nuestra pertenencia a la orden, esto más por un aspecto cultural e histórico que por una cuestión de riesgo. Ya lo decíamos en nuestro artículo: “Los Riesgos de ser Masón en la Actualida”. Los masones de habla hispana tanto en España como en Latinoamérica tenemos la percepción de que decir que somos masones puede ser peligroso.

Entonces Secreta o Discreta

En términos generales podríamos decir que depende de cada situación en particular y de cada hermano y la forma que tenga de vivir la masonería. Para los que integramos el equipo de ‘El Blog del Vademécum’. Mencionar la pertenencia a la orden masónica no es algo de lo que se deba guardar secreto, más bien se le debe tener respeto.

Cuando un hermano revela que es masón, carga consigo una organización con más de 500 años de existencia y 300 de historia organizada, un legado que no es fácil de llevar a cuestas para que vaya acorde con nuestras acciones.

Por otra parte, revelar la identidad de otros miembros, sí es un secreto. Esto pasa más por una cuestión de respeto que por otra cosa, los masones no tenemos la facultad de revelar la pertenencia de un hermano si este no lo ha decidido así. Sobre esto también hemos escrito un artículo: “La Masonería en Redes Sociales”.

Entonces, si queremos llevar una vida masónica pública, es posible hacerlo, pero sin revelar aspectos críticos de nuestra orden. Por ejemplo, medios de reconocimiento, signos, tocamientos o palabras e incluso los famosos rituales masónicos.

¿Los rituales deben ser un secreto?

En términos generales, sí. Los rituales masónicos revisten una parte fundamental del quehacer de las logias, desde el momento de la apertura y hasta la clausura de la logia; pasando, por supuesto por las ceremonias especiales que se celebran en las logias. 

Nuestra agrupación, históricamente, ha preferido que sus rituales y la forma en la que se transmiten tanto los conocimientos como la tradición masónica, se queden en secreto. Esto responde a una cuestión de identidad, seguridad y respeto a quienes, antes que nosotros guardaron secreto sobre lo que ocurre en nuestros templos.

Los rituales de todos los grados de la masonería están destinados a los ojos de quienes están iniciados y no porque vaya a ocurrir algo si un no iniciado los lee. Sino, porque los masones podemos interpretar los símbolos, los procedimientos y las alegorías de mejor manera que un no iniciado.

No todo es un secreto masónico

Es común que en nuestras logias se opte por no revelar nada, porque puede ser «más cómodo» y hasta más «atractivo» decir que todo lo que pasa es un misterio reservado para algunos. Esto provoca, claro, una atracción por los «misterios», pero puede ser un arma de dos filos. El no decirles a los prospectos lo que pueden esperar de la masonería es un gran riesgo.

Esto lo vivimos en nuestras logias, personas que llegan a ellas atraídas por el famoso secreto masónico, pero, que al ingresar se desaniman porque lo que encuentran es a un grupo de señores hablando sobre el crecimiento personal y la filosofía (en el mejor de los casos).

Lo cierto, es que no todo lo que pasa en la masonería es o debe ser secreto. Los masones somos personas comunes y corrientes que intentamos mejorar; no hay más secreto que ese y, si es tu caso que llegaste buscando el santo grial, estás en un lugar equivocado.

¿Cómo funciona la masonería en otros países en torno al secreto?

Hemos hablado sobre el secreto masónico principalmente en los países de habla hispana; pero, qué ocurre en otros lugares. Los masones de habla inglesa, principalmente, no tienen mayor problema en revelar la pertenencia que estos tengan en la masonería. De hecho, en algunos sitios, se considera hasta un aspecto de respeto y hasta curricular.

Los masones de todo el mundo tienen formas diferentes de vivir su paso por la institución. Algunos gustan de combinar sus propios gustos con la orden; esto o podemos ver en la serie que publicaba Netflix sobre la masonería con motivo de los 300 años de la UGLE bajo el título «Inside Freemasonry». En ese documental, podemos advertir que muchos masones llevan vidas públicas respecto de su pertenencia a la orden; incluso algunos de ellos, mezclan sus pasiones con la orden, inaugurando logias temáticas relacionadas con el deporte, las artes o la ciencia.

La forma en la que los masones viven la masonería en el mundo, debe ser un recordatorio de que, la nuestra, no es la única forma de hacer masonería que existe en el mundo. De hecho, la gran mayoría de los masones en el mundo, optan por compartir su pertenencia para atraer a nuevos miembros.

La masonería y la atracción de nuevos miembros 

Los nuevos miembros llegan todos los días a las puertas de las logias de todo el mundo. Algunos de ellos, llegan con motivos muy válidos como el crecimiento personal o la atracción por la iconografía propia de la orden; algunos más llegan porque algún amigo o familiar fue masón y se sienten atraídos. Otros más llegan con recelo porque siempre han tenido la idea de que se debe llegar «por invitación» práctica que ya no existe en la mayoría de las logias serias.

El aspecto del secreto masónico juega un papel muy importante en la atracción de nuevos miembros; esto porque el morbo suele ser muy fuerte y la gente quiere saber qué es eso que «hacemos en secreto». Y es válido, pero también es riesgoso, pues si permitimos que la gente entre sólo por curiosidad sin decir lo que en verdad encontrarán; entonces tendremos iniciados que conocen nuestros medios de reconocimiento y que se van porque era lo único que buscaban.

Esto último no es que sea peligroso, simplemente es indeseable y es uno de los grandes problemas que enfrenta la orden.

¿La gente ingresa por los motivos equivocados?

Sí, el secreto masónico y el misterio que provoca, es un gran culpable de que la masonería esté llena de curiosos. Estos personajes suelen durar poco tiempo dentro de la orden a raíz de que no encuentran lo que buscan y porque la mayoría están influenciados por la cultura popular.

Para evitar que este tipo de personas entre a nuestras logias, es necesario que en las pláticas previas a la iniciación, nos tomemos la molestia de explicar lo que pueden encontrar y lo que no. Y claro, evitar, a toda costa, intentar atraerlos con mentiras o con actitudes misteriosas. Vamos, no tiene sentido ir prometiendo espejitos para que la gente se inicie. 

El secreto masónico no es necesario en todos los escenarios, pues la mayoría de las actividades de las logias, se encuentran disponibles en internet. Este sitio, por ejemplo, ha optado por convertirse en un remanso para la información. No ocultamos más allá de lo necesario, pues creemos que la única manera de mejorar nuestra orden, es mediante la información.

Los masones estamos acostumbrados a que nuestra organización despierte la curiosidad entre las personas. Es bien común que en los grupos de Facebook encontremos publicaciones de personas que están interesados en nuestra orden. Lo mejor que podemos hacer en estos casos, es derivarlos a una logia masónica para que se le encauce correctamente.

25 de abril de 2023

El ojo que todo lo ve

 

El ojo que todo lo ve


A lo largo de cientos de años, la masonería ha adoptado distintos elementos simbólicos para representar y explicar los dramas y las leyendas iniciáticas que le dan fundamento. Hoy en el blog del vademécum, analizaremos uno de los elementos simbólicos característicos de nuestra organización: El ojo que todo lo ve.

Nuestra organización, la masonería, siempre ha estado rodeada de teorías o conspiraciones, principalmente con cultos, sectas y hasta con escuelas de pensamiento como los Illuminati, los gnósticos, los templarios y un largo etcétera. Lo cierto es que todas estas organizaciones han utilizado referencias similares al «ojo que todo lo ve».

¿Qué es el ojo que todo lo ve?

El «ojo que todo lo ve» es un símbolo que se utiliza en diversas culturas y religiones, y que generalmente representa la omnisciencia y la supervisión divina. Este símbolo consiste en un ojo humano dentro de un triángulo equilátero, a menudo rodeado por rayos o por un círculo.

En la cultura popular, el «ojo que todo lo ve» se asocia a menudo con la masonería, donde se le conoce como «el ojo de la providencia». En este contexto, el ojo se interpreta como una representación de la vigilancia y la supervisión divinas. También puede simbolizar la búsqueda de la sabiduría y el conocimiento que es central en la filosofía masónica.

Es importante tener en cuenta que la interpretación del «ojo que todo lo ve» varía según la época, el contexto cultural y la perspectiva individual. En cualquier caso, este símbolo sigue siendo objeto de fascinación y debate en la cultura popular.

La historia del ojo que todo lo ve

El origen preciso de este símbolo es incierto, pero se ha utilizado en diferentes culturas y religiones a lo largo de la historia. El símbolo se ha asociado generalmente con la omnisciencia y la vigilancia divina, y también puede simbolizar la búsqueda de la sabiduría y el conocimiento.

El ojo que todo lo ve en la biblia

Esta expresión no aparece explícitamente en la Biblia. Sin embargo, existen algunas referencias que se han relacionado con este concepto. Estas han sido interpretadas por algunos como una posible influencia en el simbolismo masónico.

Por ejemplo, en el Salmo 33:18 se lee:

«Pero los ojos del Señor están sobre aquellos que le temen, sobre aquellos que esperan en su misericordia».

Salmo 33:18

Esto ha llevado a algunos a considerar que el ojo de Dios simboliza su vigilancia y protección sobre los fieles.

Otra referencia relacionada con el simbolismo del ojo que todo lo ve es la historia de Hagar en el Génesis 16:13. En esta referencia, después de huir de Sarai, esposa de Abraham, Hagar se encuentra con un ángel del Señor y le da el nombre de «El-roi», que significa «Dios que me ve». Esta referencia ha sido interpretada por algunos como una posible inspiración para el simbolismo del ojo en la masonería.

Es importante tener en cuenta que la interpretación de este símbolo varía según el contexto cultural y la perspectiva individual. En este sentido, la relación entre este concepto y la Biblia es objeto de debate y controversia.

El ojo que todo lo ve en el antiguo Egipto

En el antiguo Egipto, este símbolo se asociaba con el dios Horus, uno de los dioses más importantes del panteón egipcio. El ojo izquierdo de Horus se decía que fue arrancado durante su lucha con su tío Seth, pero que fue restaurado gracias a la magia. El ojo de Horus simbolizaba la protección divina y se utilizaba a menudo como un amuleto para proporcionar protección y fuerza.

También se asociaba con la capacidad de Horus para ver todo lo que sucedía en el mundo y proteger a sus seguidores de los peligros. Según la mitología egipcia, Horus vigilaba el universo desde el sol y podía ver todo lo que ocurría en la tierra.

En el arte egipcio, se le representa como un ojo estilizado, con pestañas largas y una ceja arqueada, enmarcado en un disco solar. Este símbolo se utilizaba a menudo en la decoración de los templos y las tumbas. También se utilizaba como amuleto para proporcionar protección y fuerza.

William Preston y el «ojo de la providencia»

William Preston fue un destacado masón del siglo XVIII, conocido por su trabajo en la enseñanza y la creación de rituales para la orden. Es conocido por haber introducido el término «ojo de la providencia» en la masonería, que se convirtió en un símbolo muy importante para la orden.

Según Preston, el «ojo de la providencia» simbolizaba la vigilancia divina y la supervisión de Dios sobre todas las cosas. Este símbolo se utiliza en la masonería como una representación de la divinidad y la búsqueda de la sabiduría y el conocimiento que son centrales en la filosofía masónica.

El «ojo de la providencia» se representa a menudo como un ojo humano estilizado, con una ceja arqueada y pestañas largas. Se le puede enmarcar en un triángulo equilátero con rayos de luz que emanan del ojo. El triángulo está rodeado por una gloria, y puede tener una inscripción en latín que dice «Deus Meumque Jus» que significa «Dios y mi derecho». Esta frase puede significar mucho para los masones que poseen el grado 33. Si quieres conocer más de esta frase, te recomendamos que consultes nuestra publicación: El Grado 33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

Mitos y verdades detrás de este símbolo icónico

Existen varios mitos y teorías conspirativas que rodean al «ojo que todo lo ve». Algunos de los más comunes incluyen:

·         Es un símbolo satánico: Esta teoría es común entre algunos grupos religiosos fundamentalistas que ven al ojo como un símbolo del diablo o de la influencia satánica en el mundo.

·         Se trata de un símbolo de la conspiración mundial: Esta teoría sostiene que el ojo es un símbolo utilizado por un grupo secreto de élite que controla el mundo y que trabaja en secreto para dominar la economía mundial y la política.

·         Es un símbolo masónico de poder: Esta teoría sugiere que el ojo es un símbolo utilizado por la masonería para representar su poder y su influencia en la sociedad.

Hay que tener en cuenta que estas teorías no tienen ninguna base real. En realidad, no hay evidencia de que el «ojo que todo lo ve» tenga algún significado satánico o que esté asociado con alguna conspiración mundial. En cambio, como hemos visto, el ojo tiene una larga historia como un símbolo religioso y filosófico. Este símbolo representa pues, la vigilancia divina y la búsqueda del conocimiento.

Los Illuminati y el ojo que todo lo ve

La idea de que el «ojo que todo lo ve» está asociado con los Illuminati es una teoría conspirativa que ha circulado durante mucho tiempo. Según esta teoría, los Illuminati son un grupo secreto de élite que controla los gobiernos y los medios de comunicación en todo el mundo. Se cree que utilizan este símbolo como su emblema.

Sin embargo, no hay evidencia creíble para respaldar estas afirmaciones. Muchos estudiosos han señalado que los Illuminati, tal como se describen en las teorías conspirativas modernas, no existen y nunca han existido como una organización real. De hecho, la mayoría de las afirmaciones sobre los Illuminati y su relación con este símbolo se basan en especulaciones y suposiciones infundadas.

El billete de un dólar y el ojo que todo lo ve

El «ojo que todo lo ve» es un símbolo que aparece en el billete de un dólar de los Estados Unidos, junto con una pirámide truncada y una leyenda en latín que dice «Annuit Coeptis» (que significa «ha favorecido nuestras empresas») y «Novus Ordo Seclorum» (que significa «nuevo orden de las edades»). Esta imagen se ha convertido en un icono cultural en los Estados Unidos y en todo el mundo, y ha dado lugar a numerosas teorías y especulaciones sobre su significado y su origen.

El diseño del billete de un dólar fue creado en 1935 por el artista e ilustrador estadounidense, Franklin Delano Roosevelt, quien se inspiró en la simbología masónica y en los ideales de la Ilustración para crear una imagen que representara la unidad, la fuerza y la estabilidad de los Estados Unidos. El ojo que todo lo ve, en este contexto, representa la vigilancia divina y la providencia de Dios, y se utiliza como un símbolo de la búsqueda de la sabiduría y el conocimiento.

El ojo que todo lo ve en la cultura popular

En algunos casos este símbolo, se utiliza como un símbolo de poder, control y vigilancia, mientras que en otros se utiliza como un símbolo de sabiduría, conocimiento y protección divina.

Dentro de la música, el «ojo que todo lo ve» ha aparecido en muchas portadas de álbumes y se ha utilizado como un tema en canciones de varios géneros, desde el hip hop hasta el rock. Por ejemplo, la canción «Eye in the Sky» de la banda de rock progresivo The Alan Parsons Project hace referencia a este símbolo como una metáfora para la vigilancia y el control.

En el cine y la televisión, el «ojo que todo lo ve» ha aparecido en numerosas películas y series de televisión, desde thrillers hasta programas de ciencia ficción. En algunos casos, se utiliza como un símbolo de vigilancia y control, mientras que en otros se utiliza como un símbolo de sabiduría y protección divina. Ejemplos notables incluyen la película «National Treasure» y la serie de televisión «Supernatural».

En los videojuegos, el «ojo que todo lo ve» ha aparecido en juegos de muchos géneros diferentes, desde juegos de rol hasta juegos de acción y aventuras. En algunos casos, se utiliza como un elemento de la trama, mientras que en otros se utiliza como un elemento decorativo o temático. Ejemplos notables incluyen la saga de videojuegos «Assassin’s Creed» y el juego de rol «Dungeons and Dragons».

En el mundo de la moda, el «ojo que todo lo ve» ha aparecido en muchos diseños diferentes, desde joyas hasta ropa y accesorios. En algunos casos, se utiliza como un elemento decorativo, mientras que en otros se utiliza como un símbolo de protección y sabiduría.

¿Qué representa el ojo que todo lo ve en la masonería y cómo se usa en la actualidad?

En la masonería, el «ojo que todo lo ve» es un símbolo que representa la omnipresencia y omnisciencia de Dios, así como la vigilancia y la protección divina. También se interpreta como un símbolo de la conciencia y la iluminación, así como de la capacidad de observar y comprender la naturaleza humana.

En la actualidad, el «ojo que todo lo ve» se utiliza en muchos contextos diferentes, tanto dentro como fuera de la masonería. En la masonería, el símbolo aparece en varios lugares, como en los rituales y ceremonias, los documentos y la decoración de los edificios masónicos. También se utiliza en joyería masónica y otros objetos de colección.

¿Por qué la masonería utiliza el símbolo del ojo que todo lo ve?

La masonería utiliza el símbolo del «ojo que todo lo ve» por varias razones. En primer lugar, el símbolo representa la creencia en la existencia de un ser supremo que es omnipresente y omnisciente. Para los masones, este ser supremo es el Gran Arquitecto del Universo, una entidad divina que tiene la capacidad de observar y comprender todo lo que sucede en el universo.

Además, el «ojo que todo lo ve» es un símbolo de la vigilancia y la protección divina. Los masones creen que Dios está siempre atento a las acciones y las intenciones de los seres humanos, y que actúa para proteger y guiar a aquellos que siguen su camino.

Por último, el «ojo que todo lo ve» es también un símbolo de la conciencia y la iluminación. Los masones creen en la importancia de la búsqueda del conocimiento y de la verdad, y el «ojo que todo lo ve» es un recordatorio constante de esta búsqueda. También se considera un símbolo de la capacidad de observar y comprender la naturaleza humana, lo que es fundamental para el desarrollo personal y espiritual.

El significado del triángulo en la masonería

En la masonería, el triángulo es un símbolo importante que tiene varios significados. A menudo se representa como un triángulo equilátero con un ojo en el centro, conocido como el «Ojo de la Providencia» o el «Ojo que todo lo ve». Algunos de los significados que se le atribuyen son:

·         Unidad y perfección: El triángulo equilátero es una figura geométrica perfecta, lo que simboliza la perfección divina. Además, representa la unidad de la trinidad divina (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y también la unidad de cuerpo, mente y espíritu.

·         Fuerza y estabilidad: El triángulo es una figura sólida y estable que puede soportar una gran cantidad de peso y presión. Esto lo convierte en un símbolo de la fuerza y la estabilidad, tanto física como emocional.

·         Sabiduría y conocimiento: El triángulo también simboliza la sabiduría y el conocimiento. En la masonería, el triángulo con el ojo en el centro representa la sabiduría divina y la capacidad de Dios para observar y comprender todo lo que sucede en el universo.

·         Armonía y equilibrio: El triángulo equilátero representa la armonía y el equilibrio, tanto en la naturaleza como en la vida humana. Este equilibrio se logra a través de la comprensión y la aplicación de las leyes universales y divinas.

En resumen, el triángulo en la masonería representa la perfección divina, la unidad, la fuerza, la estabilidad, la sabiduría, el conocimiento, la armonía y el equilibrio. Es un símbolo importante que se utiliza en muchos contextos dentro de la masonería, incluyendo en los rituales y ceremonias, la decoración de los edificios masónicos y la joyería masónica.

El Delta luminoso en la masonería

El Delta Luminoso es un símbolo utilizado en la masonería, que se representa como un triángulo equilátero con las letras griegas alfa y omega inscritas dentro, y con un sol radiante en el centro. Este símbolo es considerado uno de los más antiguos de la masonería y tiene una gran importancia dentro de la tradición masónica.

El Delta Luminoso representa varios conceptos dentro de la masonería, incluyendo la divinidad, la verdad y la sabiduría. La letra griega alfa representa el principio, mientras que la letra omega representa el final. El sol radiante en el centro del triángulo simboliza la luz divina y la iluminación, y también se asocia con la búsqueda de la verdad y el conocimiento.

El Delta Luminoso es utilizado en muchos rituales y ceremonias de la masonería, y también se puede encontrar en la decoración de edificios masónicos y en la joyería masónica. Es un símbolo poderoso y significativo que representa la búsqueda de la verdad y la iluminación, y se utiliza para recordar a los miembros de la masonería la importancia de seguir este camino en sus vidas.

El ojo que todo lo ve en los mandiles masónicos

El diseño del mandil masónico puede variar dependiendo del rito o grado masónico al que pertenezca el miembro. En el caso del ojo que todo lo ve, suele aparecer en el mandil como un símbolo en el área del corazón. El ojo que todo lo ve en el mandil masónico representa la vigilancia, la protección y la búsqueda de la verdad. También se considera un recordatorio constante para los miembros de la masonería de que sus acciones son observadas por los demás y por un poder superior, y que deben actuar con honestidad y sinceridad en todo momento.

A pesar de tratarse de uno de los elementos simbólicos más difundidos por la cultura popular y por algunas organizaciones sectarias, el famoso ojo que todo lo ve o el ojo de la providencia, es un elemento simbólico de gran valor dentro de la masonería. Masones de todo el mundo deberían conocer su significado y aprender de él las lecciones morales que encierra. Se trata pues, de una invitación para reencontrarse con el creador del universo, para voltear con humildad hacia arriba.