¿Qué pasa después de la iniciación masónica?
Los primeros días después de la iniciación masónica suelen ser los más confusos. Si fuiste iniciado recientemente, estarás con una mezcla extraña de sensaciones gracias a la enorme cantidad de información que proviene de la ceremonia de iniciación. Independientemente del ritual que fue utilizado en tu iniciación, todos y cada uno de ellos llevan una gran carga de datos que de cierta manera “estimularon” tus sentidos.
Este tipo de experiencias son únicas en la vida y difícilmente
pasarás por una experiencia como esta de nuevo. De hecho, en el resto de
ceremonias que se viven dentro de la masonería, aunque también ricas en su
aspecto simbólico, no se comparan con la ceremonia de iniciación; al menos en
lo que respecta a la “primera impresión”. Si tienes fresco en tu memoria el
momento que acabas de percibir, seguramente recordarás los olores, los sonidos
y las palabras que se mencionaron en dicha experiencia.
Ahora bien, aprovechamos este momento para hacer algunas aclaraciones.
Aunque la ceremonia de iniciación constituye uno de los momentos cúspide en la
vida de un francmasón, esta no es otra cosa que una experiencia. No se trata de
un traspaso energético que te llevará a un desarrollo de habilidades ‘per se’.
Con esto queremos decir que, lejos de tratarse de una experiencia extra
sensorial que produce efectos inmediatos en el receptor, la ceremonia de
iniciación masónica es, una serie de representaciones dramáticas con elementos
simbólicos y alegóricos que buscan despertar en el candidato un interés por el
mundo de la interpretación de símbolos.
¿Qué se espera de un aprendiz recién
iniciado?
Contrario a lo que
se puede pensar, dentro de la masonería no esperamos que el iniciado se
convierta de la noche a la mañana en un experto sobre la masonería. De hecho,
parece bastante ridículo que los nuevos iniciados hagan uso de elementos como
el tripunteo, sin saber lo que
esto significa (por poner algún ejemplo). En este sentido, los primeros días en
la formación de un recién iniciado son críticos, primero para no caer en
costumbres como esa y, en segundo lugar, para que entienda lo que se hace
dentro de las logias masónicas.
Aquí surge la interrogante:
¿Qué es lo que se hace en las logias masónicas? Aunque la respuesta a esta
pregunta se debió dar durante las entrevistas al candidato, es común que
algunas logias o algunos hermanos encargados de dar esas respuestas, sean
herméticos (innecesariamente) sobre estos temas. En las logias masónicas se
realiza, en su mayor parte, investigación, análisis e interpretación de
elementos simbólicos y alegóricos.
Por ejemplo, para un aprendiz,
uno de los símbolos a analizar son “las herramientas del aprendiz
“. Este tipo de elementos, sirven para transmitir los conocimientos y, en
general, los contenidos que tiene para ofrecer el grado. De esta manera, el
iniciado, conocerá que una regla de 24 pulgadas, sirve para representar que un
masón debería aprender a dividir las horas de su día, en segmentos.
Lejos de lo que algunos puedan creer, lo que se espera de un aprendiz
masón no es que empiece “Querido Hermano” o que use abreviaturas innecesarias o
a escribir “TAF” en todos lados, o a usar pines y anillos masónicos para hacer
notar que ahora pertenece a la orden. No, lo que se espera de un recién
iniciado es que se comprometa con su aprendizaje y que adopte lo positivo de
sus maestros.
Recomendaciones para una carrera
masónica que recién comienza
Una de las mejores recomendaciones que podemos hacerle a un recién
iniciado es que se cuestione todo. Pero en este ejercicio no sólo vale
“cuestionar por cuestionar”. Se debe tratar de un ejercicio crítico, comenzando
por sí mismo. Por ejemplo, ingresar en la semana posterior a la iniciación
puede resultar todo un reto para aquel que jamás ha ido a una tenida ordinaria.
En este sentido vale la pena cuestionarse: “¿Sé cómo debo ir vestido? ¿Cómo
entro si llego tarde? ¿Debo llevar un trabajo?” Si no encuentras respuesta
sobre esas preguntas, lo mejor que puedes hacer es PREGUNTAR. Parece algo
lógico, pero es que algunos hermanos no son capaces de preguntar sobre dudas
básicas por pena o miedo.
Así, el primer paso es quitarse la pena y entender que la masonería es
como aprender un idioma o aprender un deporte nuevo. Hay que acercarse a los
que saben para saber sobre las “reglas del juego”, el uniforme y lo que se
espera. En realidad, eres el nuevo fichaje del equipo, y se espera que tengas
iniciativa.
Una carrera masónica no puede empezar con el
pie izquierdo, entonces, lo primero es que aprendas a redactar tus primeros
trabajos. En la mayoría de las logias masónicas, el primer trabajo del aprendiz
es el referente a las “impresiones de la iniciación”. Este trabajo debe ser
realizado idealmente al día siguiente de ser iniciado para tener fresco todo lo
vivido. Casi todos los trabajos de impresiones de la iniciación suelen ser
iguales. Pero si no quieres ser como los demás, te sugerimos que le pongas algo
más de tu personalidad y, por lo que más quieras, di no al plagio; esa no es la
manera correcta de empezar.
El aprendizaje permanente
Uno de los factores determinantes en la calidad de un recién iniciado es
su predisposición al aprendizaje y al trabajo constante en su formación
masónica. La masonería es, en buena medida, un ejercicio académico de
investigación y formación constante que debe ser motivado por un interés
genuino. Y es que muchos hermanos optan por vivir una masonería sin realizar
trabajos de investigación y sin aprender realmente su oficio. Sin embargo, este
tipo de costumbres, sólo abonan a formar masones carentes de fondo y como al
final el fondo es forma, son masones “chistosos” que sólo compran paramentos
masónicos y se visten gracioso.
Pueden parecer letras difíciles de digerir para alguien que ingresó con
la esperanza de encontrar personas que le van a transmitir un conocimiento
especial (y que además cobran). Pero la recomendación más importante es que no
idealices a tus hermanos. Puedes idealizar al contenido iniciático y
ritualistico que tiene para ofrecerte la masonería. Incluso puedes idealizarte
a ti mismo, finalmente las aspiraciones son positivas en toda carrera,
especialmente en la masónica.
Entonces, para no ser un masón “más”, uno de los factores determinantes
será tu compromiso en la formación constante tanto propia como colectiva. Así,
los primeros días deberían estar destinados a aprender este nuevo oficio. Tal y
como lo hace un empleado recién contratado, finalmente eres un aprendiz y como
tal, vienes a aprender. Acércate a quienes saben más y principalmente a los que
parezcan tener un perfil académico.
Recuerda, aprender masonería no es algo sencillo y toma años de
constancia, no creas que sólo existe masonería en tu localidad, pues la nuestra
es una fraternidad enorme en cuando a contenido que aprender.
¿Cuánto tiempo se pasa en el grado de
aprendiz?
Llegados a este punto quizá te preguntes cuánto tiempo vas a pasar
siendo aprendiz. Y lo primero es que no comas ansias, acabas de pasar por la
iniciación masónica, no es momento de plantearse avanzar aún. Lo cierto es que
la mayoría de las logias tienen un tiempo variable para que sus miembros
avancen de grado. Sin embargo, una gran parte de ellas, suele fijar un periodo
que ronda el año.
Independientemente del tiempo que se pase en el grado, lo importante es
que entiendas que no se trata de vivir el grado “de paso”. Se trata de aprender
todo lo posible y, sobre todo, se trata de equivocarse. Este primer grado sirve
para cometer errores, pues conforme se avanza, se espera que el compañero masón
y por supuesto, el maestro masón, no cometa los mismos errores que el resto de
sus hermanos.
De cualquier manera, la finalidad del crecimiento es que no te quedes
estancado. Y es que, muchos masones se escudan en una absurda idea del “eterno
aprendiz”. Esta es una falacia que muchos eligen creer por comodidad. Parten de
la idea de que, como siempre se está aprendiendo algo nuevo, entonces siempre
se es un eterno aprendiz. Una forma elegante de decir: “me puedo seguir
equivocando”. Y, aunque es cierto que no lo sabemos todo, este no puede ser un
pretexto para un Maestro Masón, pues de este ya no se esperan equivocaciones
“básicas”, se espera el ejemplo; pero este, es tema de otro artículo.
Conclusiones
Vivir una iniciación masónica puede ser una experiencia trascendental (y
tendría que serlo) para la mayoría de los hermanos. Esta ceremonia tiene la
particularidad de servir como un punto de partida. Algunos miembros, suelen
usarla como un antes y un después en su vida. Vamos, que literalmente buscan
morir para los vicios y renacer para la virtud. Se trata de una acción loable
si se lleva a cabo, pero usualmente es un ideal que se puede diluir con el
tiempo al comprender que el desbaste de la piedra en bruto, suele ser más
tardado que una simple toma de decisiones.
De cualquier manera, los primeros días en la formación de un nuevo masón
son los más importantes, pues son los que determinarán el rumbo que se le
quiere dar a la carrera masónica del recién iniciado. La recomendación más
importante, en este sentido, es que no olvides lo que te motiva y que disfrutes
del camino, no apresures tus tiempos y sobre todo, aprovecha cada minuto es
aprender, pues más adelante, tendrás que enseñar.